Siete Lagos

Por la ruta nacional 237 hacia el norte se bordea el Lago Nahuel Huapi hasta llegar a Villa La Angostura, desde donde se continúa entre bosques por la "Ruta de los siete lagos" . Allí se suceden los lagos: Espejo, Correntoso, Escondido, Villarino, Falkner y Machónico; hasta llegar al Lago Lácar, en cuyas orillas se encuentra la ciudad de San Martín de Los Andes. Aquí se puede visitar el complejo turístico de Chapelco, las playas de Quila Quina y Catritre y el circuito Arrayanes desde el cual se obtiene una hermosa vista de la ciudad y el lago. El regreso se efectúa pasando por el Lago Meliquina, el Paso Córdoba y bordeando el río Traful hasta su confluencia con el Limay, donde se encuentra el Valle Encantado.El Camino de los Siete Lagos es un tramo de la Ruta Nacional 234 en la provincia del Neuquén, Argentina. Une las localidades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura.Tiene un recorrido de 107 km donde pueden apreciarse las típicas características de la región de la Cordillera de los Andes patagónicos: extensos bosques, cerros nevados y lagos.Los lagos principales que comprende este camino son: Machónico, Escondido, Correntoso, Espejo, Lácar, Falkner y Villarino.Pero también pueden ser visitados otros lagos tomando desviaciones de la ruta principal. Ellos son: Melinquina, Hermoso, Traful y Espejo Chico.Este camino atraviesa dos parques nacionales: el Lanín y el Nahuel Huapi.Desde la ciudad, por la avenida 12 de Octubre hacia la estación de tren, saliendo de Bariloche comienza el recorrido.Durante el viaje cambia notablemente los alrededores de la Ruta, pasamos del paisaje boscoso y húmedo, a uno de estepa mucho más amplio y 'seco' con erosionados cerros y masas rocosas.A unos ochenta kilómetros mientras se acerca a La Villa el paisaje se torna boscoso nuevamente, un brazo del Nahuel Huapí acompaña por momentos la ruta que cruza ríos, arroyos y bordea los lagos Correntoso, Espejo, Escondido, Villarino, Falkner y Machónico hasta San Martin de los Andes.Regresando por Paso Córdoba, las lengas, en gran cantidad por la zona, se tiñen de rojizo durante el otoño en un espectáculo paisajístico.Se ven rocas llamativas por sus caprichosas formas a causa de la erosión del agua y viento; durante un tramo del viaje se bordea el lago Meliquina.Al llegar a Confluencia, se puede retornar a Bariloche por una ruta que pasa muchos momentos por la orilla del río Limay, hasta cruzar su naciente en el lago Nahuel Huapí, que además divide la provincia de Neuquén con Rio Negro.

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